La historia del logotipo VERGEZ está profundamente ligada a la herencia vasca de Philippe Vergez. La emblemática representación de una cruz formada por cuatro flores de lis, simbolizando la excelencia, la iluminación, la libertad y la vitalidad, tiene un significado cultural destacable en la región vasca ancestral de Philippe Vergez, el Labort, como evidencia su inclusión junto a un león en el escudo de armas de la provincia. El motivo de la flor de lis ha sido un emblema familiar que ha perdurado desde el siglo XIV.
Al crear el logotipo, Philippe insertó los lirios dentro de la letra «V», que simboliza tanto su nombre como los valores de libertad y autoexpresión. Pero había algo más: añadió discretamente una quinta flor, oculta entre los cuatro lirios. Este sutil detalle puede pasar desapercibido a primera vista, pero tiene un profundo significado. La flor oculta es un símbolo de misterio que simboliza el viaje personal de autodescubrimiento. Para Philippe, es un recordatorio de que la belleza y la identidad a menudo residen en los pequeños detalles que pasan desapercibidos.
Como explica Philippe: “Al principio, puede que no vea la flor oculta. Pero una vez que coloca una gema o un color detrás de ella, de repente salta a la vista y, una vez que la ha visto, no puede dejar de verla. Es como un momento de iluminación, que conlleva significados personales como el autodescubrimiento, la elevación o incluso la dualidad”.
Con este diseño, el logotipo de VERGEZ pasó a ser algo más que un símbolo de lujo y elegancia. Se convirtió en un vínculo entre la historia de su familia y el espíritu innovador y audaz de sus diseños de joyas, como reflejo de la tradición y la individualidad.
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